- Sueños: En este momento sólo se tienen ideas de la profesión. Suele ocurrir cuando se es aún un niño.
- Realización: Las ideas se concretan en obras. Si se quería ser alfarero, se realizan las primeras vasijas. Si se quería ser programador, se terminan los primeros programas.
- Estudio: Siempre me ha llamado la atención que, sea cual sea la disciplina que se estudie, siempre hay una grandísima cantidad de temas de estudio. Ni que decir tiene que para progresar en la profesión, hay que estudiar. Aunque tampoco demasiado porque si no, no pasamos al siguiente punto.
- Práctica: Generalmente el resultado de la realización de ideas no es lo que se tenía en mente. Hay que practicar para que el abismo entre imaginación y realidad se haga más somero. Este es el paso más difícil desde mi punto de vista, ya que se debe trabajar mucho pero no hay realimentación de resultados.
- Mercado: Llega un momento en el que las obras realizadas se pueden mostrar al público e, incluso, algunas, vender. Estamos tocando el mercado. Empieza a haber resultados.
- Profesión: Es cuando se pueden obtener ingresos regulares de lo que se crea y esos ingresos son suficientes para vivir.
- Reconocimiento: El trabajo que se realiza es reconocido entre los que se dedican a lo mismo.
- Éxito: Simplemente, los ingresos son muy superiores a lo que se necesita para vivir. Si se dejase de trabajar, seguiríamos teniendo ingresos por regalías o licencias.
- Fama: El trabajo que se realiza es reconocido entre los que no se dedican a lo mismo.
- Inmortalidad: El trabajo que se realiza sigue siendo reconocido generaciones después.
Es una estimación algo burda, pero tomándolo como un problema de Fermi el resultado nos puede dar a ver la dificultad de la tarea.