domingo, 20 de enero de 2013

Hazlo todo. Hazlo bien. Hazlo puro. Hazlo mucho.

Leí hace poco un consejo para programar bien. Decía: haz que funcione, haz que sea correcto y haz que sea rápido. Como no todo lo que hago es programar, he pensado que se podía generalizar el consejo a otras áreas; generalizando las instrucciones. El resultado ha sido el siguiente:
  1. Hazlo todo. Si es un programa de ordenador, haz que funcione todo. Si es una canción, componla entera. Si es una historia, escríbela por completo (tercera regla de Gaiman). Si es un dibujo, acábalo.
  2. Hazlo bien. Busca los errores en el programa de ordenador y arréglalos. Busca los puntos de poca fuerza en la composición y enfatízalos. Busca los fallos de estructura en la historia y ajústalos. Busca las desproporciones en el dibujo y corrígelas.
  3. Hazlo puro. Simplifica y optimiza el programa. Haz nítida la composición. Quita escenas y diálogos inútiles en tu historia (por ejemplo, la navaja de Chekhov). Deja sólo las líneas necesarias en tu dibujo.
El proceso es el mismo. Siempre. Puede ser iterativo y que tengamos que volver del punto 3 al 1, pero al final entramos por el 1 y salimos por el 3. (Empezar por el 3 es desastroso como ya advertía Knuth.)

Finalmente, debo añadir un metaconsejo que es superior a todos los anteriores.
  • Hazlo mucho. Si eres programador, programa mucho. Si eres compositor, compón mucho. Si eres escritor, escribe mucho. Si eres dibujante, dibuja mucho.
El resultado de tu capacidad es resultado de la práctica que tengas. No hay otra opción que practicar una vez conocida la teoría. No vale saberse la teoría únicamente. Incluso la teoría matemática más pura no se comprende completamente sólo leyéndola. Hay que hacer ejercicios una y otra vez. Debes fracasar muchas veces antes de conseguir algún resultado.