Hoy voy a tratar un tema algo offtopic: Las berenjenas y su sabor.
Las berenjenas tienen, al natural, un sabor amargo y picante. Particularmente, me desagrada mucho. Si se cocinan bien, las proteínas que dan esos sabores se desnaturalizarán y puede que se rompan también. Es decir, cambian las propiedades . Desafortunadamente rara vez se pueden eliminar todas esas moléculas sin quemar completamente la berenjena.
Un truco que me contaron es usar la osmosis con sal. La osmosis ocurre cuando dos volúmenes de agua están en contacto por una membrana que deja pasar sólo el agua. Luego, si echamos sal en uno de los dos volúmenes, este volúmen roba el agua al otro. Es decir, el agua intenta igualar las concentraciones atravesando la membrana.
La celulosa de la berenjena en mayor o menor medida hace de membrana así que si ponemos la berenjena (pelada y troceada) en un cuenco con agua salada entra en acción la osmosis. El agua que hay dentro de la berenjena va a intentar atravesar sus paredes de celulosa para ir al cuenco. Lo bueno es que también arrastrará las proteínas amargas esas fuera.
Entre otras moléculas, este procedimiento lleva fuera de la berenjena las moléculas que se ponen negras cuando se oxidan. Veremos que el agua del cuenco se va poniendo oscura. Cuando lleve un rato así, la tiramos y ¡hala! Ya tenemos berenjenas listas para cocinar. El sabor resultante será agradable y con amarguras y picores reducidos.
jueves, 20 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Jajaja, impresionante. Buen truco y mejor explicación.
Confirmé que realmente es lo que explico preguntándole a la gente que sabe en http://foro.migui.com/smf/index.php/topic,9694.0.html
Publicar un comentario