Una cosa que nunca he entendido es la cerrazón de los diseñadores de lenguajes de programación en mantener la compatibilidad hacia atrás. Esto ha hecho que los lenguajes empiecen a tener complicaciones innecesarias y, como no se pueden quitar, cada vez habrá más complicaciones innecesarias.
¿Por qué no usar una opción en el compilador que regule la versión que queremos usar de una característica del lenguaje? Tenemos infinidad de opciones en el compilador: tipo de biblioteca en tiepo de ejecución, definición de símbolos, grado de optimización, juego de caracteres a usar, directorios de inclusión, etc. ¿Qué ocurriría si añadiésemos una más indicando la versión del código?
Quizás la única parte que no se debería tocar es la de las interfaces ya que tendrían que interoperar y eso implicaría mantener su versión, pero el resto es modificable. Así, los lenguajes irían refinándose. Los códigos antiguos (legacy) seguirían funcionando. ¿Qué problema hay que no atino a ver para que no se use esto?
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