Cuando estamos creando una historia lo más usual es que llegue un momento en el que tengamos la línea argumental completamente especificada. Sabemos qué va a ocurrir y cuándo. Qué personajes están involucrados y qué repercusión tienen sus actos. Sin embargo, hay que concretar todo lo ideado en escenas. Esta fase es el desglose en escenas (scene breakdown) o escaleta.
No puedo decir cómo se hace la escaleta porque, honestamente, no lo sé, pero sí que puedo dar una idea de las escenas con las que vamos a acabar. Son, resumidamente, de tres tipos.
- Escenas estructurantes. Son las escenas que dan información sobre la línea argumental. Hacen avanzar la historia o bien mostrando actos de los personajes o bien dándonos información. Ya sabéis, "Luke, yo soy tu padre" no es un acto en sí, pero es un gran trozo de información. Es interesante hacer notar también la llamada clausura. Es lo que no se muestra, pero que el lector o espectador se imagina. Una escena puede no mostrar nada directamente, pero seguir influyendo en la historia debido a que insta al lector a imaginar lo que ha ocurrido. ¿O alguien vio cómo mataron al caballo en El Padrino?
- Escenas caracterizantes. Estas escenas no transmiten nueva información sobre la línea argumental, pero sí sobre los personajes. Muestran un aspecto de su personalidad, o ponen a los personajes en una situación en la cual deben mostrar su personalidad. El ejemplo típico serían las escenas iniciales de las películas de James Bond. No suelen tener nada que ver con el resto de la película, pero dejan claro quién es el jefe. Una escena de este tipo también puede servir para crear un ambiente, una situación, describir un lugar o incluso sensaciones. Por ejemplo, esas escenas en las películas de terror que parece que va a pasar algo, que hay alguien en la casa, pero al final sólo es el vecino que ha perdido las llaves.
- Escenas irrelevantes. Escenas de relleno que pueden ser quitadas.
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